domingo, 22 de enero de 2012

Para ella.

De pronto sucedió... Cada vez que caminaba junto a ella era la mágica mirada que me dirigía lo que me endulzaba las letras que escribía por las mañanas o a la hora del té cuando leía, esto mientras veía la vida pasar & la sangre recorría mi ser, mientras se acortaban mis ganas de alejarme un solo minuto, era ella quien convertía la poesía en amor, en gozo, & quien inundaba de gracia mis días. 

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